Historia



Situacion

Yebra es un municipio situado en la comarca de la Alcarria Baja de la provincia de Guadalajara, dentro de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Tiene una superficie de 56,49 kilómetros cuadrados con una población de 632 habitantes (datos de 2012) y una densidad de 10,04 habitantes por kilómetro cuadrado.

La carretera CM-2001 atraviesa su término municipal, que limita al norte con el de Pastrana, al este con el de Zorita de los Canes, al oeste con los de Escariche y Pozo de Almoguera, y al sur con el de Almoguera.

Historia

Yebra proviene etimológicamente de Aebura o Ebura, de la tribu germánica de los eburones que en una de las invasiones celtas llegaron hasta las tierras de Guadalajara.

De esta manera, comparte una historia común a toda la Alcarria Baja. Después de la conquista cristiana a los musulmanes,  una colonia de castellanos de la mano de la Orden de Calatrava se instaló en lo que hoy es la localidad. Esta orden militar y sus maestres eran los señores del lugar.

No fue hasta el año 1459 cuando Pedro Girón, maestre calatravo, transformó a Yebra en villa con su propia jurisdicción.

Tras ello, ya en el siglo XVI, el emperador Carlos I inició la enajenación de las villas y los lugares de las órdenes militares. Ante esta nueva realidad, los yebranos decidieron pagar a la Corona 2.500 ducados para no ser puestos a la venta a ningún particular. Así continuó siendo de realengo y comprendida en la gobernación de Zorita, pero sin ningún hidalgo o noble que estuviera exento de pagar impuestos. Yebra era sólo de los yebranos.

Es desde entonces cuando comienza a crecer como pueblo. En el siglo XIX roza los 300 habitantes y, además de sus canteras de yeso, sus vecinos viven de productos como la madera, los cereales, el vino, el aceite, la miel o el esparto.

Ya a principios del siglo XX se llega a los 1.400 habitantes. La agricultura sigue siendo la ocupación principal de los yebranos, pero los documentos de la época también hablan de industrias de lienzos y paños. Más tarde aparecerán las granjas avícolas.

Después llegaría la emigración del campo a la ciudad, dejando a Yebra con sus alrededor de 600 vecinos actuales. Las labores agrarias no han dejado de tener su importancia económica, pero pequeñas industrias y negocios han enriquecido la oferta de esta localidad en estos primeros años del siglo XXI.